21 marzo 2009

EL CORTIJO

Comprendo que aburra un blog donde encontramos durante más de seis meses los mismos panes. Puedo prometer y prometo que a partir de ahora se harán con perodicidad, dependiendo del tiempo que me dejen mis niños. Y estoy segura que unas cuantas entregas se harán seguidas, porque María José acaba de darme unos folios que voy a ir colgando por entregas. Así que estad atentas/os.
María José, "La Chica" o como le gusta decirle a mi padre "Perejila", no es nacía pero sí criá en el cortijo, podríamos denominarla "cortijera pura", de las del rio, y como no necesita más presentaciones, a parte de que es la mujer del niño de Nono, ahí van sus recuerdos:


EL CORTIJO

Conocer la historia de una casa es como resolver un pequeño misterio. El cortijo, pienso en él y entiendo el maravilloso efecto de la convivencia. En él descubrimos ilusiones y deseos. Desvelamos decisiones, un espacio que reflejaba la personalidad de quien lo habitaba.
Lugar que sin duda nos inspiraba y tomaba protagonismo por su espacio y su comodidad.
Ir al cortijo nos llenaba de ilusión. ¡Qué puedo deciros! Tuve el privilegio de compartir uno de los mejores lugares.
Era nuestro “rincón” favorito, donde podíamos sentirnos bien y disfrutar. Pensado para cuidarse y relajarse. Hubiera sido todo un disgusto no haber podido andar por sus caminos y enzarzarnos en una lista inacabable de juegos.
Un lugar de sugerentes rincones. Un compendio de lugares con los que aún sigo soñando.
Me gustaban las mañanas de invierno, a medida que el sol deshacía el rocío de las hojas íbamos enfocando el día.
El cortijo era un lugar de inspiración que a todos nos conmueve cuando lo nombramos.
Seguro que en más de una ocasión te has sentido así.
Me hace rebosar un sinfín de emociones, era nuestro refugio íntimo y adorable.

MARIA JOSE B.R.

1 comentarios:

nochesamarillasg dijo...

sí... yo recuerdo que a la mañanita tomába el matecosído y me salia corriendo hacia el fóndo de la casa para treparme en aquel arbol,éra grande muy grande! y me sentaba en lo mas alto...cuantos paisajes, el viento... mi alma conecta a dos crúces,siémpre vuelvo.
(vivía el el campo con mis abuelos y mis tios, - tiénes mucha razon - que hermósos sentíres.) saludos desde (tucumán.)